viernes, 13 de marzo de 2015

El cuidado de los pies y las callosidades



Un callo es piel engrosada que se forma en la parte de arriba o en un lado de un dedo del pie, generalmente por el calzado que no se ajusta bien. Mientras que una callosidad es piel engrosada en las manos o en las plantas de los pies.
Los callos y las callosidades rara vez son graves. Estos deben mejorar con el tratamiento apropiado y no generar problemas a largo plazo.
Los síntomas de alguien que tiene callosidad o callo son los siguientes:
En la zona afectada la piel está endurecida, gruesa, escamosa y seca. En las zonas afectadas suele haber dolor y pueden sangrar.
El médico examinará la piel comprometida y en la mayoría de los casos no se requieren exámenes auxiliares para llegar al diagnóstico.

En cuanto al tratamiento, lo más importante es la prevención, para esto se puede tomar las siguientes medidas:


Para tratar los callos uno debe cambiarse a un calzado que se ajuste mejor, esto eliminará el problema la mayoría de las veces. También puede proteger la piel con parches para callos.
Con respecto a las callosidades, uno puede usar guantes para proteger las manos durante las actividades que causen fricción, como la jardinería y el levantamiento de pesos, esto puede ayudar a prevenir callosidades. Además, con frecuencia las callosidades ocurren por un exceso de presión que se ejerce sobre la piel debido a un problema subyacente como los juanetes. El tratamiento apropiado de cualquier afección subyacente debe prevenir la reaparición de estas callosidades.

RECUERDE QUE: La información contenida en este sitio tiene el propósito de ofrecer un conocimiento general, no tiene como fin el sustituir la consulta con el médico. Usted debe consultar con su médico si presenta alguna condición en su salud.

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