miércoles, 20 de mayo de 2015

Las cremas

Para lucir una piel suave y fresca es absolutamente necesario que tengas una rutina de limpieza que favorezca la hidratación de tu cutis al tiempo que permita su luminosidad. Aunque la mayoría de los productos que se encuentran en el mercado prometen dar estos resultados, en ocasiones puedes no obtener los efectos esperados. Esto es por una sencilla razón: estás usando la crema o el jabón inadecuados para tu tipo del piel.

Por lo general, las cremas contienen dos componentes: lubricantes y emolientes. Los primeros atrapan el agua del aire y la retienen en la piel, pero si el ambiente no es húmedo no actúan en su totalidad. Los emolientes pueden ser a base de agua o de aceite; en caso de ser de aceite su efecto humectante perdura por más tiempo aunque dejan sensación grasosa en el rostro.

Lo ideal entonces, es determinar el tipo de piel que se tiene para elegir correctamente el producto. Además, pueden tener diversos ingredientes adicionales que le dan muchos más beneficios como: vitaminas, minerales y diferentes extractos de plantas. Algunas de ellas poseen también protección solar lo que es ideal para utilizar durante el día.

Las cremas humectantes dan el agua justa que precisa la piel conservando su humedad. Su función es la de producir una revitalización de la piel humectando los sectores más resecos y devolviendo la humedad natural.

Las cremas hidratantes, también dan el agua que necesita cada piel en particular pero brindando además hidratación profunda, por contener elementos activos muy importantes como ácido hialurónico, úrea, surbitol y otros.

Debemos también, definir el tipo de piel que tenemos para así brindarle la crema necesaria para humectarla e hidratarla.
  • Piel normal: las cremas a base de agua con bajo contenido de aceites livianos (oliva, jojoba, almendra) son las más recomendadas si tienes este tipo de piel.
  • Piel grasa: los productos suaves elaborados a base de agua son los ideales para mantener la piel regulada. Ahora, si tu piel presenta impurezas o acné, lo mejor es optar por las cremas “no comedogénicas” que evitan que se obstruyan los poros.
  • Piel seca: prefiere los jabones líquidos y las cremas con base de aceite que en lo posible contengan ácido glicólico, ceramidas, ácido láctico o dimeticona (silicona).
  • Piel áspera: los productos con ácido salicílico o málico son excelentes para ayudar a minimizar o remover las asperezas.
Ahora bien, las cremas faciales ayudan a que el proceso se realice óptimamente al brindar protección, evitar la pérdida de líquidos por evaporación, limpiar a fondo y, por ende, reducir el riesgo de infecciones.

Por otra parte, es importante considerar que cualquier alteración en las estructuras cutáneas debido a factores externos o del mismo individuo puede ocasionar granos, manchas o inflamaciones. Por ejemplo, la segregación de sebo en la piel tiene como fin brindar defensa a la epidermis, pero la contaminación puede obstruir los poros que, al no expulsar sudor ni grasa dan lugar a acné.

RECUERDA QUE: La información contenida en este sitio tiene el propósito de ofrecer un conocimiento general, no tiene como fin el sustituir la consulta con el médico. Usted debe consultar con su médico si presenta alguna condición en su salud.

Fuente:
http://www.fucsia.co/belleza/articulo/la-crema-humectante-correcta/6966#.VUuHD45_Oko
http://www.revistabuenasalud.com/cremas-hidratante-vs-humectantes/
http://www.saludymedicinas.com.mx/centros-de-salud/acne/temas-relacionados/cremas-faciales.html

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